Olegario Zamudio Quezada
La ciudad está inundada de basura en Tepic, pero eso no es sinónimo de que no hay capacidad para juntarla, en realidad los cerros de basura que con el pasar de los días crecerán, es una vieja película de aislar el hartazgo social, darle forma y lugar a finales de un sexenio.
Unos días más que llegue una tormenta de lluvia, el problema no será la inseguridad, ni los muertos, ni la corrupción administrativa, ni la económica, no será espectacular que den permisos de taxis como volantes electorales, ni será causa de admiración que autoricen bases para empleados a la gorda y lacerante burocracia.
El problema en un tiempo inmediato será la basura y la falta de agua, así de simple, aislaran el malestar y la inconformidad y entrando la nueva administración, habrá agua y no habrá basura en las calles, es más, los muchachos ya no le pondrán mas bolsas de cascaras de camarones al sindico municipal afuera de su oficina.
En estos días como no existe relevo de un grupo político a otro grupo, entonces las sorpresas no se van hacer esperar hasta que caiga el próximo sexenio, creo que el SASASA no tendrá esa distinción, en cualquier día de estos expían a un chivo.
Pero como dice mi prima Lidia, no porque se muere un chivo se acaba la birria, así pues esperemos a ver quiénes serán los chivos que van a sacrificar en aras de este sexenio que fenece, quien de los funcionario de este administración tendrá ese privilegio.
Por lo pronto ahí está el Gangoiti ex tesorero del Toño Echevarría, el Reynoso Omar que es diputado y en menos que canta un gallo pueden pedir su desafuero, en ese zipi zape bien se pasan una temporada en esa función, con permanencia voluntaria.
Veremos pues a ver como se deslindan esas cosas de los sacrificables para saciar la sed de la sociedad Nayaritas, veremos pues cuantos chivos se avientan a la orca, pero insisto, como dice mi prima Lidia, no porque se muera un chivo se acaba la birria.
Comentarios