Jaritza Molina/El Sol de Nayarit
Martes, 7 de Julio del 2020. 10:51:03 pm
Letra más grande
Ante las circunstancias tan difíciles de la pandemia, los afectados han tenido que salir de sus hogares para buscar alimento y dinero, y así sostener a sus familias; al gobierno se le hace muy fácil decir? quédate en casa?, pero para los 140,000 que según la Secretaría de Economía de Nayarit han quedado sin empleo y sin salario en lo que va de la pandemia es algo verdaderamente difícil.
Esta gente, que son miles de familias, tienen hijos que necesitan alimentos, que visten, etc. Al paso del tiempo la situación se agrava, y la gente se empieza a molestar contra el gobierno.
Si no se apoya a los que se quedan sin trabajo, ellos buscarán salida a su situación, las autoridades están en contra de la delincuencia, pero en realidad ellos son los que los orillan a robar cuando no hay apoyos, no hay trabajo, la gente se desespera por eso han aumentado ciertos problemas como la delincuencia, la violencia intrafamiliar y la inseguridad.
Ahora con la nueva normalidad y que se reabrieron los negocios, cuando se abrieron los espacios públicos aumentó mucho el número de los contagios por el Sars CoV-2.
Por esta situación, hace unos días el gobernador del estado dijo a los nayaritas que se cuidaran, que no salieran de sus casas, que tomaran las medidas sanitarias de prevención adecuadas, que cuidaran a sus mayores.
Sí es cierto, se tienen que tomar medidas para parar la pandemia, pero se le olvida al gobernador que esas personas que se quedarán en casa necesitan alimento, necesitan sustento para mantener a sus familias, ¿por qué no dicen? quédate en casa?-pero a cambio de que te quedes en casa por el bien del estado te vamos a entregar despensas y te vamos a entregar apoyo en efectivo para que no salgas de tu casa?
La razón por la que la gente sale de su casa es la necesidad de alimentos, pero también si sale se mueren por el contagio del virus. Está es ahora la realidad.
El gobierno debe de dejar de dar consejos y ponerse a dar soluciones.
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