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Con Precaución

La duda de para quién es el Buen Fin

Por Sergio Mejía Cano

Lunes, 19 de Noviembre del 2018. 9:06:23 pm

Letra más grande

No cabe duda de que estamos inmersos en una sociedad de consumo de lo más cruel, y más cuando es auspiciada por las mismas altas esferas gubernamentales cuando con el cuento de ayudar a los empresarios y dizque al público consumidor fomentan el consumo lanzando una copia cuyo original está precisamente diseñado en los Estados Unidos de Norteamérica, nada más que aquí en nuestro país le han puesto "El buen fin".

Ahora después de varios años en que se implementó este programa, ya mucha gente se pregunta que el buen fin para quién, si para los empresarios o para el público consumidor que es a final de cuentas quien sale más perjudicado que beneficiado.

Quizás para las personas que se van incluyendo en la etapa consumista caigan en el gancho de la oferta que podría significar este mentado buen fin; pero lo que se hace extraño es que haya gente que a pesar de estar endeudados hasta el gorro con los buenos fines anteriores, sigan empeñados en endrogarse económicamente de nuevo atraídos por el gancho de que comprarán más barato durante estos días en que aparentemente toda clase de productos se ofertan más baratos.

En algunas tiendas departamentales encuentra uno aparatos electrodomésticos, cámaras fotográficas, estufas, lavadoras, refrigeradores, etcétera, en oferta; pero al revisar de bien a bien estos productos se ve claramente que son usados, que por lo regular son cosas que la tienda ha recogido a clientes morosos que se atrasaron con los pagos mensuales que tenían que abonar y que ya no pudieron pagar, por lo que la tienda recoge esos aparatos, les da su manita de gato y los pone en oferta.

La casa no pierde, y los clientes tampoco porque al menos ya se dieron el lujo de estrenar algo que posiblemente ya tienen contemplado que la tienda les va a quitar por falta de pago, pero al fin y al cabo lo bailado quién se los quita.

Y todo porque desde luego que para todo hay gente, hay personas que les gusta endrogarse sacando fiado todo lo que se pueda a sabiendas de que no podrá pagar los abonos requeridos y desde luego también los hay que tienen la ilusión de sí poder pagar, pero resulta que de pronto se quedan sin chamba y pues ni modo a esperar que la tienda les llegue a embargar lo que habían adquirido con tanta ilusión y hasta más enseres domésticos.

También se sabe de gente que va y saca fiado para posteriormente ir a empeñar lo que sacó a crédito tanto al Montepío, pero más a esas nuevas casas de empeño que casi siempre lucen en sus aparadores infinidad de cosas a la venta en oferta. Cosas que por lo regular la gente que los lleva a pignorar ahí es con el fin de ya no recuperarlos, sino dejarlos perder, pues al fin y al cabo ya les sacaron algo de provecho.

¿Por qué no se suspende este engaño del mentado buen fin si daña más a la población que beneficiarla? No por nada se han soltado frases tales como esa que dice que el que nada debe nada tiene o viceversa o como la de que el que no tranza no avanza o también esa de que fiado hasta el ferrocarril. Ya no se debería de promocionar tanto esto del buen fin y menos en estos tiempos críticos económicamente y con falta de empleo y desde luego poco poder adquisitivo de buena parte de la población que, no toda esta parte podría ser tan cínica de que le valga sombrilla estar hasta el cuello de drogas económicas.

Desde luego que hay sentimientos encontrados para mucha gente al ver y oír los comerciales promocionando el buen fin, porque hay quienes dicen que no saben si reír y llorar, sobre todo entre los que aún están endrogados debiendo lo que sacaron a crédito hace un año o dos o más, porque en dichos comerciales tal vez diseñados subliminalmente para engatusar a quienes no tengan aún bien coordinadas sus ideas, se ven imágenes de gente que supuestamente ha comprado hasta tres pantallas de televisión, otros con tres teléfonos móviles o tabletas electrónicas; en otras imágenes se ven aglomeraciones de gente haciéndose bolas buscando determinado producto, ropa, calzado, etcétera; imágenes que contrastan con la realidad cuando pasa uno por centros comerciales o tiendas departamentales, cosa que es algo que indica que ahora sí ya hay muchas personas que están conscientes de que todo es un vil engaño para tenerlas endeudadas casi de por vida y más, si también están en deuda pagando su vivienda.

Y si la mayoría de estos deudores tanto de casa como de tiendas departamentales o centros comerciales e queda sin empleo o se le cargan otras deudas, pues ahí vendrá la debacle.

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Comentarios

Yo, El Mil

2018-11-20 01:33:07

En México prevalece un bajo nivel cultural, mismo que induce a creer en las promociones comerciales, por medio del ya famoso "Buen Fin", promovido por el sector empresarial insaciable, avalado por el gobierno.
Es ilustrativo el artículo que antecede a mi opinión.
Somos un país subdesarrollado, englobado en la sociedad de consumo, que caracteriza al capitalismo voraz

Damocles

2018-11-21 22:25:53

Ja! "Buen fin" (??) protesis mental para enajenar a una sociedad intelectualmente plana, con individuos incapaces de decidir por si mismos y facilmente manipulados por empresarios y gobierno, ah! los curas...

Invitado

2018-11-22 12:57:44

La tipica cantaleta de un chairo frustrado que apenas tiene para tragar frijoles y que no acepta que los demas puedan comprarse quizas por unica ocasion en el año un articulo que necesiten en su hogar. Ponte a trabajar mejor columnista huevon.

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