Por Sergio Mejía Cano
En la entrega anterior comentaba sobre la posibilidad de que un rumor que cada día se oye más fuerte se pudiera hacer realidad, porque ahora mucha gente habla respecto a que se pretende construir un estacionamiento bajo la Plaza Principal, frente a Catedral.
Personas conocidas, familiares y amigos que leyeron ese artículo comentaron al respecto tanto a favor como en contra según sus puntos de vista cada quien.
Quienes opinaron a favor de que sí se lleve a cabo este proyecto, adujeron que es muy necesario debido a la falta de estacionamiento para mucha gente que quiere venir a hacer sus compras al Centro Histórico (CH), porque el no encontrar dónde estacionarse la desanima, por lo que decide mejor irse a las tiendas de los centros comerciales tanto nacionales e internacionales asentados aquí en Tepic que sí cuentan con estacionamiento propio o concesionado, pero al menos no sufre la gente para estacionarse por contar estos centros en dónde dejen los clientes sus vehículos.
Y quienes están en contra de que se escarbe bajo el cuadro de la plaza, lo están por el daño ecológico que significaría, además de tener que desbaratarla de cabo a rabo desapareciendo para siempre los emblemas que ya tienen décadas ahí y que muchos tepiqueños, nayaritas de los demás municipios y visitantes ya consideran como parte de la misma plaza como de la capital nayarita en sí.
Lo malo de todo esto es que así se llegara a consumar la construcción del estacionamiento bajo la plaza principal, llegará el día en que sigan haciendo falta lugares para estacionar los vehículos automotrices, porque lo que hace falta en realidad es disuadir a los ciudadanos para que utilicen menos sus carros, que si van a acudir al CH lo hagan en camión, aunque desde luego que para esto se requiere que haya un buen servicio de transporte urbano y no tan deficiente como se da actualmente, porque es precisamente lo que desanima a muchas personas a utilizar este medio de transporte para llegar al CH, ya sea porque rodean mucho o las rutas no son de lo más adecuadas y aparte lo caro que sale el pasaje; pero lo que sí podría ser más cierto, es que con el precio de los combustibles a mucha gente le podría resultar más barato acudir al centro en camión o combi que en su propio automóvil, y no nada más por el precio de la gasolina, sino precisamente por la falta de estacionamiento y muy alto el precio por hora de los céntricos baldíos que se han acondicionado como estacionamientos a los que si les caben diez autos son muchos, tal vez de ahí el precio tan caro que cobran en dichos estacionamientos en donde por lo regular los carros quedan a pleno Sol y a veces hasta con la misma seguridad que si se dejaran en la calle.
Y a propósito de estos céntricos baldíos adaptados como estacionamientos, ¿por qué no aventarse de una buena vez a construir en ellos estacionamientos elevados?.
Hará un poco más de dos años que se inauguró el nuevo Mercado Corona en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y que ahora cuenta con un estacionamiento subterráneo de tres niveles. Aquí al parecer ya se puso en servicio el Mercado Morelos, ¿por qué no se pensó en construir un estacionamiento bajo este nuevo mercado? Ahí hubiera quedado muy bien un estacionamiento de dos o tres niveles que hubiera ayudado a la falta de estacionamiento en el CH, pero como el hubiera no existe, pues dicho neo mercado tiene lugares para estacionarse pero a nivel y nada más.
Pero lo más óptimo sería persuadir a la gente para que no use su vehículo automotriz innecesariamente sino únicamente para lo más indispensable, ya que así se contaminaría menos la ciudad y ya no harían falta más cajones de estacionamientos ni lugares en las calles en dónde dejar el automóvil.
Entre los comerciantes del entorno al CH que se les ha preguntado al respecto del posible estacionamiento bajo la plaza principal, hay quienes dicen que no estaría bien porque durante el tiempo que duraran las obras perderían muchos clientes, pero al parecer algunos se contradicen al afirmar que ya una vez construido, tal vez llegarían más clientes o a la mejor ya no llegarían por haberse habituado a comprar en otros lados; hubo quien dijera que es una ruleta, pues cuando se hicieron las calles como andadores pensaron que ya no iba a haber clientes, pero ya con el tiempo todo se ha normalizado.
Sin embargo, todo vendría a redundar en la sumisión a su majestad el automóvil, en vez de aplicar aquella frase de un comercial de calzado: "Camine, no contamine".
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