Por Sergio Mejía Cano
Cómo se llegó a esto o más bien, cómo se permitió que siguiera el problema con los policías municipales si es un hecho que ya tiene años, pues en todas las administraciones pasadas por equis motivos se han dado conflictos con los uniformados.
Desde luego que es un asunto que se tiene que atender de inmediato por el riesgo que conllevaría en caso de que hubiese un paro laboral de esta corporación policíaca.
A gran parte de la ciudadanía no le caen nada bien los policías de la corporación que sean; y si bien como en todos lados hay buenos y malos elementos, es obvio que por uno pierden todos, por lo que ahora ya no se les tiene respeto sino temor en caso de toparse con una patrulla o policías de a pie porque la mayoría de las veces no tratan con respeto al ciudadano al momento de detenerlo para inconstitucionalmente hacerle preguntas y ahora, debido a la nueva tecnología, que pidan el teléfono móvil sobre todo a algunos jovencitos para revisar su contenido.
Desde luego que no todos los policías actúan mal, porque obviamente hay policías con vocación y convicción de servicio; pero también los hay que creen que al ser policías están por encima de los ciudadanos siendo que no es así.
Sin embargo, esto no es motivo para que una parte de la población se alegre cuando tienen conflictos laborales los policías, porque pudiera ser que el mal comportamiento de algunos de ellos se deba precisamente a lo penoso de su trabajo y la mala remuneración que reciben por ello máxime porque arriesgan la vida no por un accidente como podría ser en otros trabajos, sino que simple y sencillamente por portar un uniforme policíaco ya corren un riesgo enorme, sean de la corporación que sean.
Y ahora, como en otros trienios de la administración municipal, los policías encaran nuevamente el que no sean atendidas de bien a bien sus demandas sobre su salario, bonos y demás prestaciones de ley dizque porque pertenecen al apartado ?B? del artículo 123 constitucional; salario que de por sí es muy bajo y más el de los llamados policías auxiliares quienes no cuentan con nada de nada en cuanto a prestaciones laborales, y si bien algunos dicen que los han afiliado al Seguro Popular, tal y como se ha documentado respecto a este Seguro, eso y nada vendría a ser lo mismo.
El actual presidente municipal, Francisco Javier Castellón Fonseca ha dado muestras de ser una persona honorable, bien centrado, congruente, atento y de trato cordial; sin embargo, al parecer está siendo mal asesorado, de ahí que le haya explotado nuevamente este conflicto policial, algo que debió prever con anticipación debido a que no es un problema nuevo el que los policías pidan que se les aumenten sus salarios y que reciban los emolumentos necesarios para el buen desempeño de sus labores.
¿Cómo es posible que no se les proporcionen uniformes y calzado en tiempo y forma? Está bien, se dice que no hay dinero, pero de no haberlo en realidad, ¿acaso no hubieran salido ya a protestar los empleados de confianza, regidores y del Gabinete del presidente Castellón Fonseca por no habérseles cubierto su quincena? ¿Por qué a los trabajadores sindicalizados es común que se les retengan salarios y prestaciones económicas y a los de confianza jamás?
Es obvio suponer que don Francisco Javier Castellón ya sabía el trompo que se estaba echando a la uña al pretender la presidencia municipal de Tepic, se supone que ya sabía de los problemas de siempre como la falta de agua, la mala recolección de basura, los baches y un sinfín de broncas que requieren atención inmediata; pero más, los salarios y prestaciones de los trabajadores y desde luego el de los policías; y más, de los que ya tiene más de 25 o 30 años laborando como tales, porque pareciera ser que los de mayor antigüedad son los que por lo regular son los más afectados y más cuando solicitan su jubilación; porque se ha documentado que a los miembros de la policía municipal con más antigüedad en el servicio son a los que se les comienzan a poner trabas tanto en sus labores como en sus trámites para lograr su jubilación.
Y hay policías ya jubilados que si bien peor es nada, les faltan algunos pagos que cada día que pasa se las hacen más tablas que resolverles de una buena vez a lo que tienen derecho al retirarse a gozar de su jubilación.
Se entiende que Castellón Fonseca tiene múltiples ocupaciones, pero bien se podría abocar personalmente a revisar los expedientes de los elementos antiguos y para evitar broncas no atenerse a sus asesores.
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