Sergio Mejía Cano
Cada día que se acerca más la posible toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), crecen más los reclamos de justicia en varios sectores de la clase obrera, tales como el de los petroleros, los electricistas y desde luego, el de los ferrocarrileros, y más estos últimos que ya tienen más de 20 años con demandas que hasta el día de hoy, duermen el sueño de los justos.
Desde que era candidato AMLO, varios grupos de ferrocarrileros en diferentes entidades del país por donde pasan las vías férreas comenzaron a clamar justicia, sobre todo señalando como culpable de todas las desgracias habidas y por haber al ?líder? del sindicato ferroviario, a quien la mayoría de la gran familia ferrocarrilera ha dado en llamar el ?Deschamps ferroviario?.
La pregunta es ¿por qué se han detenido los dictámenes de las demandas de los trabajadores ferroviarios que las han entablado? Hay resoluciones en última instancia a favor de los demandantes y sin embargo, han quedado congeladas por equis motivos y circunstancias; la más notable es una demanda que generó muchas esperanzas entre quienes integraban esa demanda con resolución a su favor y que quedó en la Junta de Conciliación y Arbitraje Federal en Hermosillo, Sonora sin que se le haya dado curso.
Igual otra demanda en el entonces Distrito Federal que encabezaba un grupo de jubilados ferroviarios que reclamaron desde un inicio que ya no se les siguiera descontando la cuota sindical por no pertenecer ya al sindicato ferrocarrilero a partir del año 2000 en que se reformaron los estatutos sindicales quedando a decir que únicamente los trabajadores activos serían y son los que estuvieran afiliados, no así los jubilados quienes quedaban fuera de dicho organismo sindical; pero aun así, hasta la fecha se les ha seguido descontando mensualmente una cuota que por lo mismo, ya no tiene razón de ser, pero la sigue descontando el sindicato a pesar de que ya existe un laudo favorable para los jubilados para que ya no se les descuente esta cuota.
Según los enterados, el dinero de las cuotas a los jubilados del ferrocarril produce aproximadamente 2 millones de pesos al mes, y de acuerdo a los demandantes, de este dinero no se rinde cuentas a nada ni a nadie, así que entonces, ¿a dónde va a parar este dinero?
Así que desde que se dio a conocer el triunfo en las urnas de AMLO, empezaron a crecer los reclamos de justicia de los ferrocarrileros que tienen demandas en contra ya no nada más de los Ferrocarriles Nacionales de México, sino hasta del propio sindicato ferrocarrilero; de ahí que en las redes sociales constantemente estén apareciendo marchas y hasta pleitos por el control de algunas secciones sindicales cuyos miembros están enfocando sus baterías para destituir a Víctor Flores Morales, aunque los conflictos en estas secciones con problemas se han estado dado con grupos de choque que defienden al señor Flores Morales; pero son los menos y posiblemente tal vez ni sean ferrocarrileros quienes defienden a líder sindical que ya tiene eternizado en su puesto desde 1995; y supuestamente iba nada más por tres años en el cargo de secretario general del sindicato ferrocarrilero. Pero como tal vez le supo el cargo, ahí se eternizó tal vez siguiendo el ejemplo de otros dizques líderes sindicales que curiosamente han amasado una gran fortuna.
Y a propósito de curiosidades, los clamores de justicia, que no de venganza, en contra de Flores Morales se están dando en las redes sociales, pero no en la información oficial, y esto que es uno de los líderes sindicales con más demandas y denuncias penales en su contra, cosa que por fuerza en un Estado de Derecho que se respete, ya haya tenido una resolución, la que fuera, pero ya hubiese tenido una respuesta contundente dando la razón a quien la tuviera; sin embargo, nada se hace al respecto. De ahí que haya surgido una esperanza, que se haya vislumbrado una luz al final del túnel que ya excedió su longitud.
Y otra curiosidad que ya no lo es tanto porque la mayoría, si no de lo que adolecen todos los líderes sindicales, es que el señor Flores Morales, nunca supo el Derecho de Trenes, porque cuando fue trabajador activo lo más cercano que estuvo a ser un verdadero ferrocarrilero fue al ser llamador de tripulaciones y guardavías o guarda cambios, según su biografía.
Según se ve, los clamores de justicia irán in crescendo, y más porque ya están surgiendo nuevos líderes sindicales que han estado señalando con contundencia todas las irregularidades.
Sea pues. Vale.
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