Por Sergio Mejía Cano
Miércoles, 25 de Julio del 2018. 8:20:08 pm
Letra más grande
Se ha dicho comúnmente que el ser humano se puede acostumbrar a muchas cosas menos a no comer.
Y ahora resulta que es muy notorio cómo nos hemos acostumbrado los habitantes de la capital nayarita a ver, leer o saber sobre noticias de crímenes que por lo cotidiano que suceden ya nos hemos acostumbrado a que a casi diario sucedan estos hechos sin que nos alarmen como antes.
Hoy en día si bien nos llama la atención saber que casi cada día hay ejecutados no nada más en Tepic sino en sus alrededores, estas noticias ya no se buscan en los medios como antaño en que en cuanto sucedía un hecho de balaceras y sangre de por medio, de inmediato mucha gente recurría a los portales de internet de los medios para saber qué había ocurrido; sin embargo, ahora esos portales ya no son tan buscados quizás debido a la cotidianeidad con que se dan estos casos.
Si bien siguen siendo noticia no dejan de ser nada más notas informativas muy escuetas que casi por lo regular dejan al lector en las mismas, ya que ahora ya no se pueden dar muchos datos en estas notas ni se pueden mostrar fotografías tanto de los lesionados como de los heridos y menos sus nombres, todo, por eso de no violar en nuevo sistema penal acusatorio.
Obviamente que para los deudos de las víctimas sí significa mucho una nota informativa que informe de lo que sucedió a alguno o algunos de sus familiares, pero el morbo de la opinión pública queda a medias y más, cuando entre dicha opinión pública existe el interés de saber de bien a bien lo sucedido para en caso de que haya detenidos, identificarlos y acudir de inmediato a acusarlos por haber sido víctimas de los que aparecen en las fotos o videos de los medios de los detenidos; pero nada de eso, ahora está prohibido que aparezcan claramente los rostros de los supuestos delincuentes, asesinos o malhechores en sí, por aquello de la presunción de inocencia. Pero lo malo es que aun así ya sean sentenciados y declarados culpables, de todos modos ya no se informa qué pasó con algún imputado, siendo que se supone que ya declarado un imputado como culpable y esté confeso, los medios ya pueden informar sobre sus generales.
Y no es por morbo, sino porque en caso de que se dieran a conocer claramente quiénes son los declarados culpables, en determinado caso podría esto coadyuvar en muchos casos sin aclarar, porque al aparecer la foto o video de los ya declarados culpables, muchas personas podrían identificarlos de bien a bien como haber sido víctimas de esos que fueron declarados culpables de algún hecho delictuoso.
Y a propósito de detenidos, son muy pocos o nadie en particular que se haya apresado por alguno de los tantos asesinatos que ha habido en nuestra entidad y más en su capital desde hace ya más de diez años.
Si bien hubo una leve pausa respecto a los hechos sangrientos que comenzaron a darse en el último tercio del gobierno de Ney González, ahora se sabe que fue una paz muy suigéneris que, si bien ya no se supo de tantos asesinatos o hechos sangrientos, tampoco se informó que hubiese habido detenidos acusados de haber sido los causantes de tantos asesinatos, pues nunca se supo quién o quiénes asesinaron comerciantes, como marisqueros o hamburgueseros o de otros rubros que quedaron tendidos en distintos puntos de la ciudad.
Se calmó en cierta forma la violencia, pero a la opinión pública jamás se les presentó a los causantes tanto intelectuales como materiales de todos aquellos acontecimientos de triste recuerdo.
Sin embargo, también hoy en nuestros días sigue la misma tónica, pues desde los fines de la administración anterior y en lo que va de la actual, los ajusticiados siguen apareciendo por las calles de Tepic y otros municipios sin que se haya informado a la opinión pública que se detuvo a quienes los testigos señalaron en algunas ocasiones que viajaban en camionetas de determinado color, o como últimamente se dice que andan en motocicletas.
Y no es por morbo que se pide que se presente trabajo de investigación y se dé a conocer sobre los victimarios, porque no es conveniente en modo alguno que la opinión pública se siga quedando con la impresión de que para las autoridades es más fácil recurrir a la clásica de que fue un ajuste de cuentas y hasta ahí, a que se sepa que se investiga y que debido al trabajo de inteligencia se han apresado a posibles o seguros victimarios, porque mientras se siga con el pensamiento común de que fue un ajuste de cuentas, los victimarios se van a sentir con más libertad de actuar
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