Ramón Larrañaga Torróntegui
La juventud aprovecha las oportunidades, tanto de diversión como de educación y de otros aspectos, que se ponen a su alcance. Y es que la juventud, ese divino tesoro al que Bécquer dedicara unos de los más preciosos versos de la literatura española, está en tiempo de experimentación, de descubrimiento, de configurar el carácter, de vivir la vida, sin darle demasiada importancia a las consecuencias que de sus actos se puedan derivar en un futuro y, por lo tanto, también es tiempo de vulnerabilidad.
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Numerosos informes sobre la juventud arrojan datos que no resultan nada halagüeños al respecto de temas tan delicados como el consumo de drogas o la violencia. Cualquier lector alejado de la realidad bien podría pensar, a la luz de estos textos plagados de cifras, de números y de conclusiones, que los jóvenes no son ningún ejemplo a seguir, cuando en realidad la amplia mayoría de ellos se mueve dentro de la normalidad absoluta y hacen lo que cualquier joven de su edad hace, ni más ni menos.
La vida se ha vuelto una competencia ante la adversidad y no es como lo dijo Darwin.- Que los mejores son los que sobreviven.- Los actuales profesionistas y las carreras que ofrece la Universidad no brindan un éxito por más adaptado que salga el Universitario.- No, hay puestos en donde desempeñarse por lo que va rumbo al fracaso y frustración.- Los Universitarios salen con su titulo a patear botes por la calle. Demasiada competencia en la misma profesión y realidad laboral dispareja.
Un ejemplo: Medicina, Profesor, Licenciado en derecho, Licenciado en comunicación, profesiones que matan de hambre a quien la estudia. Laborar en trabajos que no estudiaron.- Los comerciantes en su gran mayoría ni pisan una aula Universitaria y por diversas circunstancias viven mejor que los profesionistas, saben de sus limitaciones y se aplican en sus ventajas en forma empírica.- Tienen dinero, hacen crecer su negocio y están ligados a todo tipo de personajes dispuestos a vender.
Los abogados litigantes funcionan en razón del cliente, su pagó, en quien esté al frente del poder judicial manejándose en forma discreta, pero agilizando los tramites que ocupa para ganar una demanda.- Todos ocupan comer, tienen familia, solo los desempleados profesionistas tienen baja auto estima porque piensan que se equivocaron de carrera y que no tienen derecho a disfrutar de prestaciones conforme a sus estudios.
Viven en un estado de dependencia con una vida familiar destrozada con alta dependencia mientras sus maestros Universitarios disfrutan cómodamente enseñando carreras que saben no dan alternativa alguna al futuro profesionista. Los fracasos con titulo son el modelo Universitario a seguir en las aulas, esos que pasan penurias para recibirse y creen salir triunfantes cuando se titulan.- Las carreras son la causante en moverles mal las piezas del éxito y esto parece no pesarle a nadie.
Todos deberían tener la expectativa en que estudiar y terminar una carrera Universitaria les permitirá vivir mejor, pero después de dos o tres años en que se titulan y andan pateando botes por las calles se dan cuenta que el fracaso se lo condicionaron desde la misma Universidad la cual le planteo un futuro promisorio en donde este sería importante ante la sociedad.- Un comerciante de tacos vive mejor y esta mejor adaptado para no sentir vergüenza al estar vendiendo en la calle su producto.
México, perdió su grandeza cuando sus generaciones fueron a estudiar al extranjero y adquirieron el virus de la obsesión por tener dinero (Faltos de escrúpulos) Los grandes escándalos llegaron.- Ambición/Escándalo, sobre la honestidad/ética/moral. Un país que fue devorado vivo muy al estilo de los nativos cavernícolas que poblaban antes de la llegada de los conquistadores. Delitos desde las más altas esferas sociales las cuales se han dedicado a desvalijar a los que nada tienen.
Codicia echa acción, ese deseo excesivo, insaciable que no reconoce limites y se maneja desde los intocables. Un país que sangra ante la gran estafa financiera de la que ha sido objeto para satisfacer la vida lujosa presente y futura de estas familias que jamás serán alcanzadas por el brazo de la justicia. Un escándalo tras de otro.- Robo que se reparte como confeti en época de carnaval. Es para preocuparnos que la fiesta no se cerca su final. No es cuestión de persecuciones políticas sino de abuso en los dineros públicos, licitaciones, adjudicaciones etc.
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