Por Sergio Mejía Cano
De nueva cuenta y por enésima vez, personal del Sector Salud de Nayarit se hace presente en las calles por diversos reclamos, entre ellos la falta de pago de sus quincenas y otras prebendas, pero ahora porque también han sufrido acoso laboral, quizás porque las autoridades sanitarias pretenden que se queden calladitos, que no protesten por nada como si fueran robots, aunque también los robots necesitan mantenimiento y desde luego suministros para poder funcionar adecuadamente.
Es obvio que por más vocación que se tenga para una profesión, tal y como están las cosas económicamente hablando, nadie es capaz de trabajar de a gratis, y menos caminar diariamente hacia sus centros de trabajo por no tener tan siquiera para pagar el transporte público.
Si hay algo que causa admiración y respeto para gran parte de la población son las enfermeras, médicos y profesores ambos géneros; sin embargo, son los Sectores de Educación y Salud los que siempre son perjudicados cuando de ajustar presupuestos se trata.
Desde luego que como en todo, no están todos los que son ni son todos los que están, porque se ha documentado que hay personal en ambos Sectores que están ahí por obra y gracia de compadrazgos y amistades o por equis motivos muy ajenos a las profesiones que ostentan y que por no tener esa vocación, en muchos de los casos han echado a perder estos servicios.
Sin embargo, sí hay personal con la vocación de servicio a más no poder, tanto así que desde luego que se han sacrificado trabajando sin recibir salario alguno, pero todo tiene un límite, y al parecer este ha llegado al máximo y ya es tiempo de llamar la atención de que este personal que ahora protesta por falta de pagos y acosos quizás de todo tipo, también son seres humanos que necesitan una forma digna de vida, y también detener el estrés que genera la falta de incentivos y emolumentos para poder mantener a sus familias si no decorosamente como se debiera, al menos sí con lo más necesario; pero está visto que de puro aire no vive nadie.
¿Por qué descuidar tanto estos Sectores que se podrían considerar como las principales bases para el desarrollo de los mexicanos? Se ha documentado que el gobierno federal actual ha gastado muchos millones de pesos en armamento, pero lo que más ha indignado a un buen sector de la sociedad es cuando se informó en varios medios informativos que la aprobación de la Ley de Comunicación Social favorecería nada más a unos cuantos medios dejando a otros fuera de este presupuesto, por lo que se dio a conocer que la administración de Peña Nieto ha gastado en todo lo que va de su gestión 40 mil millones de pesos en gastos de publicidad oficial; y en verdad que esto es indignante porque prácticamente es dinero tirado a la basura porque ningún beneficio recibe la población por este enorme gasto más que puras alabanzas al régimen en turno.
¿Por qué tirar tanto dinero habiendo tantas necesidades más inmediatas? Ese dinero gastado en publicidad oficial bien se pudo haber ocupado en escuelas y hospitales, en los implementos necesarios para abastecer el Sector Salud y el de Educación; pero más para pagar los salarios del personal del Sector Salud que a diario reclaman porque no les son cubiertos.
¿Por qué a los servidores públicos o funcionarios de todo tipo jamás se les retrasan sus pagos por sus servicios? Las comparaciones son odiosas se ha dicho con buen tino casi siempre, pero por ejemplo, en determinado caso ¿quién favorece más a la sociedad, un médico, una enfermera, un profesor o un diputado, senador o equis funcionario público?
En cuanto a tirar dinero dándolo a algunos medios como publicidad oficial, ¿en verdad favorece en algo a la sociedad? Para nada, porque está visto y comprobado que esos medios oficialistas lo único que generan es risa, burlas y desde luego pena ajena debido a las alabanzas a los gobiernos en turno. Ya lo han dicho muchos analistas, la prensa crítica es más benéfica para una nación que una que nada más se dedica a dar palmadas en el hombro a la administración en turno.
El artículo 7° constitucional habla sobre la libertad de prensa, así que si alguna autoridad da dinero a un medio informativo para que publique tal o cual cosa que no lo afecte, tanto esa autoridad como el medio están violando este principio consagrado en nuestra Carta Magna, de ahí que se considere como un derroche indigno el que el dinero de nuestros impuestos se gaste en una publicidad oficial que a nada lleva más que a la burla y al escarnio.
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