Acceder a la Guía

Redescubriendo

Hijos Exigentes - Padres Obedientes

Por: José Miguel Cuevas Delgadillo

Martes, 14 de Octubre del 2014. 7:41:56 pm

Letra más grande

La forma de educar a los hijos se ha modificado. Hace algunas décadas la formación era más autoritaria, rígida y con poco afecto. En la actualidad los roles de la forma de ejercer la paternidad y maternidad han cambiado. Ahora vivimos el extremo contario: el consentimiento excesivo de los hijos. Nos hemos convertido en padres, por lo general, consentidores y permisivos, lo que ha provocado una conducta exigente en nuestros hijos. Es vergonzoso como algunos padres no pueden controlar a sus pequeños hijos, a los pequeños tiranos. Hoy más que nunca los padres nos cuesta trabajo ejercer nuestra autoridad paternal. Si algo debemos retomar de la antigua forma de educar, podemos mencionar que la exigencia, los límites y la austeridad son tres pilares que no debemos desechar. La exigencia con prudencia, es decir, enseñar a nuestros hijos a cumplir con sus responsabilidades de acuerdo a su edad y capacidad, pienso que todos los niños de 5 años pueden recoger sus juguetes, tender su cama y llevar su plato y vaso al fregadero. Los límites de conductas, acciones y pretensiones de los hijos lo deben poner los padres y madres, no los hijos. El asunto de la austeridad es muy importante en nuestros días, hoy educamos a nuestros hijos con el siguiente principio: “le voy a dar a mi hijo todo lo que no tuve de niño”, “no quiero que nada le falté a mis hijos”. Muchos padres y madres nos preocupamos por darle a nuestros hijos todo lo material: celulares sofisticados, laptops, pantallas de plasma, etc. Debemos enseñar a nuestros hijos que no siempre es posible darles lo que piden. Cuantas veces sedemos a las pretensiones de nuestros hijo, o en algunos casos exigencias, para evitar que el niño llore o no sea “lastimado” en su autoestima, con esta postura terminamos formando hijos tiranos, controladores de sus padres, lo que provocará que el niño no toleré que le nieguen sus deseos y exigencias, fomentando una conducta de intolerancia a la frustración, altamente sentimentales.¿Qué debemos hacer para evitar que mi hijo se convierta en un niño tirano? A continuación lo resumimos en los siguientes puntos:

1. Proveer de un ambiente creativo y constructivo.
2. Disciplina con amor.
3. Establecimiento de reglas simples y claras.
a) Presentar la regla;
b) Explicar por qué se estableció;
c) Explicar para qué la regla;
d) Delimitar la regla en casa.
4. Implementa consecuencias naturales y razonables frente a conductas irresponsables.
5. Proveer ambientes positivos.
6. Enseña a competir y a colaborar.
7. Rechazo de la conducta no de la persona.

Hasta la próxima. Terapeuta Familiar. Consultas al 311 136 89 86.

El Sol de Nayarit en Facebook:

Danos un voto de confianza y oprime este botón para mantenerte al tanto de cada actualización.

Comentarios

invitado

2014-10-14 22:26:32

antes con unas nalgadas y se acabo, ahora hasta a el bote vas a dar.

EL HUEBON

2014-10-15 17:57:37

UNO LO HACE POR QUE DA FLOJERA EDUCARLOS

PAPAAAA????

2014-10-17 09:56:17

AMBOS DICEN "OH DIOS MIO E CREADO UN MOSTRO"

el justiciero

2014-10-19 09:32:09

yo estoy de acuerdo con la terapeuta porque la educación y los valores se empiezan y se fortalecen en el seno familiar y si no inculcan los padres ciertas reglas y aplauden a sus hijos,inclusive algunos son sobreprotectores de ellos llega un momento en que no los van a controlar ahíinicia el problema:ahora agregale los derechos de losniños y otros detalles más como dice la canción "a donde vamos a parar" ala de los apson "por eso estamos como estamos" etc bueno lo justo es todo con medida y respeto

Agrega un Comentario
Nombre:
Cometario:
Nota.- Se recomienda discreción a la hora de vertir un comentario ya que todo lo que se escriba se publicará sin edición, restricción o censura alguna.
El Sol de Nayarit se reserva el derecho de eliminar algún comentario que considere difamatorio o que pudiera ser ofensivo para alguna persona, así como también se reserva el derecho de eliminar cualquier comentario amenazante, intimidatorio o que pretenda difundir temor o inestabilidad social.